domingo, 17 de junio de 2007

Historias de Niños (1)

Juan llegaba por la tarde a su casa, con el frío que es de costumbre a la estación de invierno en los faldeos de la quebrada de Macul. Caminaba paso rápido, a sus hermanos mayores no les importaba que Juan fuese más pequeño y caminase más lento, pero el pequeño se sentía muy protegido al caminar con ellos, había escuchado tantas historias de niños desaparecidos y posteriormente muertos por ahí que el significado que tenía para él sus tres hermanos mayores era sagrado.
El viento gélido casi polar que se deslizaba por su cara y hacía que su piel reclamara de frío no era tan importante como el crujir de su estómago que se enloqueció en cada recreo al ver a sus compañeros con un delicioso sándwich, unas papas fritas o una jugosa manzana, no él no, ya que hay días en que en casa no hay nada que llevar a la colación, los gastos son muchos y hay que ahorrar.
Doblaron la esquina de la casa, observó un nuevo grafitti en la casa de los traficantes, decía "no más injusticias sueldo mínimo $200.000", Juan no podía entender que eso fuese una injusticia, para él las injusticias eran otras, el dinero incluso le daba lo mismo, ya que sabía que habían cosas mucho más importantes en su vida que el dinero, podía aguantar días sin comer pero existía una cosa con la que él no podía vivir.
Nuevamente llegó a su casa y se tornaba oscura, no existía ningún rayo de sol en ella, no habían flores, no estaba pintada y tampoco tenía aroma de mujer.

-No ha llegado mi mamá- Dijo Juan y su hermano mayor le hizo un gesto de que se callara
-No debe haber almuerzo de nuevo, hay que esperar al papá - dijo el segundo hermano abriendo la puerta de la casa.

Pasaron uno por uno esperando ver algo que les hiciera ver la luz de su hogar, recorrieron cada rincón lentamente para no ser considerados ansiosos, pero Juan ya sabía que no debía buscar, sería en vano. Se sentó en el sillón más grande y lanzó la mochila lejos de su vista se cruzó de brazos y frunció en ceño.

Sus hermanos ordenaban un poco la casa, en mayor salió a ver a su polola, el segundo se puso a ordenar sus cuadernos para hacer las tareas y el tercero encendió la televisión en blanco y negro. Juan seguía ahí ensimismado y con su semblante intranquilo, lo inundaba la rabia y la tristeza, pero como él era hombre no debía llorar, ya sabía él lo que le pasaba a los niños que lloraban sus padres los encerraban en la pieza más oscura hasta que se les pasara ese llanto de maricas.
paso la tarde y Juan ya resignado empezó a sentir que el hambre lo invadía. En ese momento llega su papá, cansado, asechante y al igual que los hijos buscando esa luz que faltaba.

-¿Tu mamá llegó?- preguntó el padre tragando saliba y respirando profundamente sabiendo que la respuesta sería negativa.
-No, y no se hasta cuando la esperemos- Juan nubla sus ojos en llanto, y su rostro lo obliga a demarcar un atisbo de tristeza en los labios, se ensimisma más y deja de mirar al padre. El hermano que estaba haciendo las tareas le dice que estaban muertos de hambre que por favor les cocinara algo.

El papá de Juan trabaja en la construcción y llegaba sumamente cansado, todo el día debía recibir gritos y quejas de sus jefes, aguantaba los casi 35 grados en el verano y en el invierno las heladas matutinas y fríos que desgarraban el alma, y sobretodo ese frío que le insultaba día a día y le obligaba a ser un hombre completamente paternal, esperando lo inesperable.

Juan se para del sillón y abraza a su padre, su padre lo abraza un momento y lo suelta. Se agacha, lo toma de sus delgados brazos y lo observa. Se mirar un momento. Juan suspirando lo enfrenta:

-¿Por que mi mamá no vuelve?, ¿acaso ya no nos quiere? yo me he portado súper bien en el colegio para cuando ella llegue esté orgullosa de mi, no he peleado con mis compañeras y he copiado de la pizarra, la tía me felicito por terminar de los primeros una tarea de matemática...- ya se le estaban comenzando a quebrar la voz cuando el papá prefirió interrumpirlo
-Pero Juan si sabes que siempre vuelve, a pesar de todo ella es una buena mamá cuando está aquí, sabes que prepara ricas comidas, que les hace harto cariño y que vuelve, siempre vuelve, solamente hay que darle tiempo- el padre agacho la mirada
-Es que yo la extraño mucho en mi calendario ya van tres meses sin verla, quiero abrazarla y sentir su olorcito rico, que me haga cariño en la cabeza me rasque la frente para dormir, que en la mañana me levante con besos y me de una leche caliente, que me abrigue para ir al colegio y me vaya a dejar hasta la puerta de la sala, quiero que me reciba en la tarde y me revise los cuadernos, nadie mas me revisa los cuadernos por eso nunca llevo las tareas, tu no entiendes mis tareas no sabes ni siquiera leer papá, ella si sabe y me ayuda ella es linda y cariñosa y tu casi nunca lo haces papá, quiero que ella vuelva... - el Padre de Juan sabia eso, cada una de las cosas que Ella, la madre de sus hijos hacia cuando estaba en casa, sabia que era muy cariñosa y preocupada el tiempo que pasaba en casa, pero ahora no estaba, y él tuvo que aprender a ser padre de cuatro varones, aprender a bañarlos, a hacerles comida y tenerles su ropa limpia para ir al colegio.
Esa mañana se le rompió el corazón por que Juan no tenía más chalecos que uno que perdió en el colegio, y después de bañarlo, ya que siempre mantenía limpios a sus hijos, le puso solamente la camisa del colegio y un diminuto chaleco que era de los años anteriores, Juan debió conformarse con eso y salir a los abruptos fríos de la madrugada, cuando llegó al colegio sus compañeros le prestaron chaquetas y chalecos ya que estaba comenzando a congelarse y pensaron que su padre, el ogro lo había castigado por perder la parca, cosa que no era así.

El Padre miró a Juan y solo lo volvió a abrazar, no quiso decirle nada para no romperle el corazón a su hijo más pequeño, que a los 9 años ya había sentido el vacío de no tener a su madre cada cierto tiempo y obeceder a un padre autoritario pero muy responsable. Hoy en la mañana escuchó de su compadre que su esposa estaba viviendo hace dos meses con el "chanco" un ex-carabinero dado de baja por vinculaciones con los narcotraficantes del sector y que ahí se hospedaba, a unas 5 cuadras de su propia casa. Cuando el Padre de Juan supo esto, se hizo el desentendido y prefirió ignorarlo, pero en el fondo sabía que era verdad, sabia que su mujer era de esas que prefería divertirse con otros hombres, cualquiera sea la edad pero que le propinara dinero y placer. El Padre de Juan prefirió no ir, ya que sabia que el mundo de los traficantes era peligroso, así perdió a su primer hijo.

Juan se fue a lavar la cara y a ayudarle a su papá a preparar un charquicán de cochayuyo, ambos no hablaban del asunto, cada cual se guardaba las penas y se conformaba con lo que hacían.

-¿papá estás seguro que mi mamá nos quiere?- Juan pregunto sin subir la miraba concentrado en lo que hacía
-Si hijo, aunque no lo creamos nos quiere.
-Entonces le voy a seguir guardando el regalo del día de la mamá, casi lo boto de rabia, pero ahí lo tengo.
-Guárdalo hijo, cuando vea el regalo va a estar muy contenta.
-pero como el año pasado le regale un collar de fideos y al otro día se fue, tengo miedo de que si no le gusta se vaya de nuevo...
El Padre lo miró con tanta pena y abrumado le contestó
-No es tu culpa Juan, no es culpa de nadie, ella se quiere ir...
-Mi mamá no es puta, ¿cierto papá?- Juan detuvo su mirada con rabia en un cuchillo que había en la cocina.
-No hijo, nunca que nadie jamás diga eso de tu madre, ni lo pienses.
-Eso me dijo "el chino" el otro día, yo le quería pegar y me quitó el chaleco.



El Padre y el hijo quedaron en silencio, terminaron el charquicán y se lo deboraron entre los 5. Durmieron con el frío de costumbre esperanzados en que en el día siguiente la mujer de su vida, de la vida de estos cinco hombres volviera a ser real y sentir el aroma a mamá, el calor de mujer y el cariño de la única que los podía salvar de esa hambre de pobreza en la que vivían.


[[Historia real, cambiados los nombres, los lugares.]]

2 comentarios:

Javier Bahamonde dijo...

Esta increible


Que quieres que te diga... esta emocionante y muy sobrecogedor, ojala sigas con esto... esta fantastico

Si los publicai en un libro yo te los ilustro

Everywhere!!! dijo...

uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

mi héeeeeeeeeeeeeeeeeeroe :$

bkn ya me las empiezo a creer, uno me dijo q tenia buena redacción, otra que casi llora y tu que esta bueno y mas encima me lo ilustra :)


me siento acompañada :)